viernes, 4 de julio de 2014

"Perder si es ganar un poco"

Septiembre del 2013, inicios de mes. En una cafetería cerca a la Universidad, miraba el partido Colombia-Ecuador, uno de los últimos de la clasificatoria al Mundial. Un partido que ganamos, y que lo gocé con absoluta alegría. Para ese momento, la clasificación era casi un hecho, y de a pocos confiaba más en una Selección Colombia que por muchos años me pareció mediocre, que estaba acostumbrada a perder para ganar un poco. Pues hoy 4 de Julio, hoy mas que nunca, estoy de acuerdo con el "profe" Maturana. Hoy, perder sí es ganar un poco.

Creo que los Colombianos tenemos esa particular capacidad de aferrarnos de manera muy fuerte a las pequeñas alegrías deportivas, y atesorarlas bajo el rotulo de "orgullo patrio". ¿Acaso Mariana Pajón no fue orgullo patrio en Londres 2012 cuando muy poca gente siquiera sabia que era el BMX? ¿Catherine Ibarguen? ¿Nairo Quintana? ¿Rigoberto Urán? Y muchos más que se me escapan. Pequeñas alegrías que unen a un país. Sin embargo, ningún evento deportivo me había generado tanta emoción y me había llenado de tanto orgullo, como colombiana, como la Selección Colombia que hoy sale del mundial. Me llenó de un patriotismo que los colombianos estamos acostumbrados a pisotear, un patriotismo al que nos acostumbramos que nos pisoteen. Porque pregunto: ¿Hubiera indignado tanto la caricatura de la señorita Van Dam, si no hubiera sido porque se metieron con James y Falcao, en pleno mundial?

Yo lo dudo. Tanto nos han dicho en el extranjero "cocainómanos", que a ratos nos lo creemos.

En muchos aspectos, el país en el que viví los últimos 20 días es otro. Dos horas después de que Colombia le ganara a Uruguay el Sábado pasado, me subí a uno de esos taxis que acercan a la gente de la estación de Transmilenio de Alcalá al barrio Colina Campestre. Es incontable la cantidad de veces que he cogido esos mismos taxis, pero ese día sucedió algo particular: eramos cuatro desconocidos discutiendo alegremente de la selección Colombia, del mundial, revisando memes y hablando alegremente de lo que se vendría en el partido que hoy perdimos. En el bus, era frecuente ver conversaciones entre desconocidos también apoyando una misma causa. Es verdad, también han sucedido cosas desagradables en estos días: quienes atracan y chalequean cual si fuera Diciembre, los atentados en Bogotá y en el país que han pasado de agache, las primeras consecuencias de la mermelada reeleccionista, y quienes se los traga la tierra para no enfrentar la justicia. Claro: el fútbol es cortina de humo para que todo esto pase de agache.

Pero el país que sueño e imagino es uno que viva en un eterno mundial de fútbol, que pueda debatir alegremente en un bus y en un taxi sin que nos vayamos a los mechonazos o a las balas por defender ideas que solo nos dividen. Debatir alegremente por un país que en definitiva solo es uno, al igual que la Selección Colombia.

Gracias muchachos. Con ustedes ganamos mucho mas que "un poco".

Adrianella.